¡Disculpad mi osadía!


La fortaleza de la soledad.
'Ya sabes a lo que me refiero...medianoche, un camino frío y solitario en el bosque, la inquietante oscuridad y en ella un par de grandes ojos brillantes sobre un árbol muerto que la niebla abraza, desde allí se puede escuchar un tétrico y breve sonido grave antes de que un búho tome vuelo.'

lunes, 13 de octubre de 2014

Una cabeza de pájaros.

Si que os mentí en algo.
También me gustan las personas tóxicas aunque eso es algo que nunca voy a admitir.

Me gustan, porque necesito que lo sean conmigo, ¿sabes? 
De esas que cuando te vean llorar, os miréis en el espejo, que le comas la sonrisa y él pruebe tus grietas saladas, que te abrace por la espalda y te haga temblar.

Yo quiero a una de esas personas que te deje escupir letras y te abrace fuerte. Una de esas que comience una guerra de almohadas, y termine con una paz de cosquillas. 

Que yo quiero una de esas personas que estremezcan mi cuello, besen mi nuca, y alcen mis pelos de punta. 
También quiero a esa persona que me tire del pelo si me besa, o que me calle las putas dudas, o que me folle los miedos, ¿me explico?

Yo quiero a esa persona que se despierte y me abrace las pesadillas porque sudo en sueños, que quiero que se duerma con una mano en mi pecho y otra en mi coño, que quiero que me desvista y nos hagamos en la mesa, en el sofá, en el suelo o sobre la pista. 

Que también quiero esa persona que me bese bajo la lluvia, o que me lleve a pisar charcos, o cruzar semáforos en verde, o a bañarnos en fuentes... 

En definitiva, quiero a esa persona que se coma su mierda por mí, que se enamore de mis manías, que le encanten mis defectos, que nos follemos los vicios, que nos hagamos droga. 
Quiero a esa persona que entienda mi inconformismo, y le chifle mi puto dramatismo...

Quiero dejar de ser la persona que pone el brazo, que da más de sí, que recorre su vida en trenes para verle a él. 

Quiero a esa persona que me quiera bien, quiero a esa que les guarde sitio a mis fantasmas, que haga mis rarezas suyas, y quiero que seas esa persona que me preste su desastre y me haga de su caos. 

Quiero a esa persona valiente
con pinta de toxica, 
y quiero que seas 
mi naufragio favorito, 
mi abismo y el vértigo de perderme a la altura de tus pupilas. 

martes, 7 de octubre de 2014

De corazón a coraza.

Aparte de ser la chica que le encanta pasear por casa en bragas, 
también es la chica que le gusta vestir ropa ancha. 
Aunque casi nunca lo haga.

Más ancho viste el corazón que ya no le cabe ni una grieta más. 
Que se rompió sobre roto y ya no hay quién se atreva a enamorarse de sus añicos de cristal. 
Con pintitas de acidez, paladar amargo. De color negro, sabor cicatriz.

Y así va, de un extremo a otro, 
de querer a conciencia a querer sin querer. 
Del pelo muy revuelto, 
a la sonrisa muy recogida. 
Del mucho brillo en los ojos a las más que notables ojeras.

Ella pasa de vivir en un terrible caos, 
a poner el máximo orden dentro de él.

Y así, va de un extremo a otro, sin importarle qué.

Lo único que ella conserva es el rojo de sus labios. 
Y da igual si está triste o vacía, 
menos triste, o sólo está tratando de vivir, inventándose la sonrisa. 

Eso es lo que más me gusta de ella. Que el rojo siempre le queda bien.
Hasta cuando piensa que debe ponérselo porque un día, alguien, vendrá a quitárselo.
Y a comerle lo que queda de coraza. Y a besar sus cicatrices, y a abrazar sus pesadillas.

Ella sonríe porque un día va a inventar su propio 'sexo de la risa'. 
Y respirar su inercia será su única debilidad.

lunes, 6 de octubre de 2014

Cuando la lógica no tiene lógica, y el frío no tiene abrigo.

Siempre he sido más del Invierno.
Las tormentas, los cielos grises. Subir a la azotea a mojarme los pies, o mirar por la ventana las gotas caer. 

Siempre he sido más del frío porque me gustaba bailar con tu cintura, sanar las grietas de tus labios. De dar besos en la nuca y ver tus pelos de punta. Siempre he sido más de escalofríos, del mal roce y de temblar. 
Aunque sólo me miraras.
Y no me vieras.

Que siempre me ha gustado más dormir en bragas, la esencia está en echarse el edredón. Aunque esto no haría falta si se enredaran nuestras piernas, y cada noche, que la Luna observase por las mirillas nuestras ganas.

Que siempre me ha gustado más los 'vamos a no ver una peli' entre mantas, y los 'mejor no llevamos paraguas'.
Siempre he sido más de los abrazos sin venir a cuento, de las sudaderas grandes, y de los besos robados. De los 'te quiero' a cuatro patas, y los 'sonríe' a la cara.

El frío me asusta cuando me acogen los besos vacíos.

Que soy más de verano, de esos de sudarnos en la habitación. Tirarnos del pelo mientras no besamos. Más de bebernos la sed y quitarnos el aliento.
Aguanto bien el calor porque crecí con mis demonios, vivo entre fantasmas y muero en tu infierno.

Siempre he sido más de Invierno, pero sé aguantar mejor el calor.