¡Disculpad mi osadía!


La fortaleza de la soledad.
'Ya sabes a lo que me refiero...medianoche, un camino frío y solitario en el bosque, la inquietante oscuridad y en ella un par de grandes ojos brillantes sobre un árbol muerto que la niebla abraza, desde allí se puede escuchar un tétrico y breve sonido grave antes de que un búho tome vuelo.'

lunes, 6 de octubre de 2014

Cuando la lógica no tiene lógica, y el frío no tiene abrigo.

Siempre he sido más del Invierno.
Las tormentas, los cielos grises. Subir a la azotea a mojarme los pies, o mirar por la ventana las gotas caer. 

Siempre he sido más del frío porque me gustaba bailar con tu cintura, sanar las grietas de tus labios. De dar besos en la nuca y ver tus pelos de punta. Siempre he sido más de escalofríos, del mal roce y de temblar. 
Aunque sólo me miraras.
Y no me vieras.

Que siempre me ha gustado más dormir en bragas, la esencia está en echarse el edredón. Aunque esto no haría falta si se enredaran nuestras piernas, y cada noche, que la Luna observase por las mirillas nuestras ganas.

Que siempre me ha gustado más los 'vamos a no ver una peli' entre mantas, y los 'mejor no llevamos paraguas'.
Siempre he sido más de los abrazos sin venir a cuento, de las sudaderas grandes, y de los besos robados. De los 'te quiero' a cuatro patas, y los 'sonríe' a la cara.

El frío me asusta cuando me acogen los besos vacíos.

Que soy más de verano, de esos de sudarnos en la habitación. Tirarnos del pelo mientras no besamos. Más de bebernos la sed y quitarnos el aliento.
Aguanto bien el calor porque crecí con mis demonios, vivo entre fantasmas y muero en tu infierno.

Siempre he sido más de Invierno, pero sé aguantar mejor el calor.

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