Hasta que
reviente quizás.
Y pido
perdón si no digo cómo me siento. Pero es que ya no sé si siento. Y si fuera
así, tampoco quiero sentir.
Pido perdón
si por culpa del viento o ya de no sé qué, (jamás me gustaron las excusas, no
seré yo quien utilice una) me envolví en una pequeña burbuja, y qué burbuja más
egoísta. O la egoísta me volví yo. Pero qué importa si ya no importa. Que
también pido perdón por buscar autoestima, ¿de quién? No sé. Y no preguntes
cómo, porque me perdí, y mucho, pero no sabría decirte el camino. Y pa’ qué
encontrarlo otra vez. Para qué.
Y te sientes
vacía, y no te reconoces, pero sonríes. Y sonríes porque hay personas a tu
alrededor que son felices, pero y. ¿Y tú? ¿Qué es de ti?
No lo sé,
que alguien me salve, o me encuentre y que después me pierda. Yo que sé. Y si,
no sé nada, pero joder, sorprende(me).
Insistir o
desistir. Ser o no ser. Sacar las alas o caer. Gritar o callar, o algo así.
"Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan."