¡Disculpad mi osadía!


La fortaleza de la soledad.
'Ya sabes a lo que me refiero...medianoche, un camino frío y solitario en el bosque, la inquietante oscuridad y en ella un par de grandes ojos brillantes sobre un árbol muerto que la niebla abraza, desde allí se puede escuchar un tétrico y breve sonido grave antes de que un búho tome vuelo.'

viernes, 27 de septiembre de 2013

¡Qué termine esta función!

Hasta que reviente quizás.

Y pido perdón si no digo cómo me siento. Pero es que ya no sé si siento. Y si fuera así, tampoco quiero sentir.

Pido perdón si por culpa del viento o ya de no sé qué, (jamás me gustaron las excusas, no seré yo quien utilice una) me envolví en una pequeña burbuja, y qué burbuja más egoísta. O la egoísta me volví yo. Pero qué importa si ya no importa. Que también pido perdón por buscar autoestima, ¿de quién? No sé. Y no preguntes cómo, porque me perdí, y mucho, pero no sabría decirte el camino. Y pa’ qué encontrarlo otra vez. Para qué.

Y te sientes vacía, y no te reconoces, pero sonríes. Y sonríes porque hay personas a tu alrededor que son felices, pero y. ¿Y tú? ¿Qué es de ti?

No lo sé, que alguien me salve, o me encuentre y que después me pierda. Yo que sé. Y si, no sé nada, pero joder, sorprende(me).


Insistir o desistir. Ser o no ser. Sacar las alas o caer. Gritar o callar, o algo así.









"Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan."

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